COVID-19: DE LA PANDEMIA A LA ENDEMIA.

Hace poco más de un mes, el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) del Ministerio de Salud (Minsa) informó que el Perú se encuentra en proceso de transición de la pandemia por COVID-19 a endemia. Es decir, el virus que contribuye a la enfermedad del coronavirus circulará y se transmitirá entre la población, pero de una manera predecible, al igual que otros virus como el dengue y la malaria.

Para el docente de la Escuela de Posgrado de la Universidad César Vallejo, Dr. José Cabrejo Paredes, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, el hecho de que la pandemia de la COVID-19 pase a convertirse en endemia no significa que el Gobierno baje los brazos frente a este virus que ha dejado más de 200 mil muertos en el país desde que se detectó el primer caso en marzo del 2020, sobre todo ante una posible cuarta ola.

“Se debe realizar una correcta planificación, teniendo en cuenta un buen diagnóstico territorial, innovación, creatividad y ética. Hoy en día, confiamos en los ‘finales de las olas’ y no se prepara ninguna acción preventiva de empoderamiento comunitario o de respuesta inmediata en caso nos enfrentemos a una cuarta ola”, mencionó Cabrejo Paredes.

En esa línea, el especialista en Medicina Familiar y Comunitaria exhortó al Ejecutivo y al Minsa a analizar los errores cometidos durante la pandemia, partiendo de copiar experiencias de países desarrollados y aplicarlas en el nuestro sin tomar en cuenta los distintos escenarios socioantropológicos. “Se han aplicado normas de manera equivocada como lo sucedido con la ‘regionalización de la ivermectina’, en la que se gastó innecesariamente en personal e insumos para su repartición, creando una falsa sensación de seguridad y, por tanto, mayor mortalidad subsecuente”, enfatizó.

Asimismo, el docente recalcó que, pese al importante avance en el proceso de vacunación, se debe tener un plan de prevención ante una posible cuarta ola de COVID-19, ya que, en la práctica, hay casos de personas contagiadas con dos o hasta tres dosis.

“No depende de la cantidad de dosis para resguardar una vida, sino del grado de exposición y condiciones propias de riesgo e inmunidad de cada persona frente al virus. Las vacunas ayudan, pero no garantizan al 100% salvar una vida. Debemos fomentar el autocuidado, detección oportuna y atención inmediata”, explicó.

En otro momento, el especialista en salud mencionó que, pese a que desde el inicio de la pandemia se ha recalcado la importancia de la atención primaria en salud, esta no se ve en la práctica. “Lamentablemente, la verdadera atención primaria no vende fotos de portadas ni logra contratos onerosos, por lo que seguiremos observando el enfoque reactivo, asistencial y socorrista en espera de más ‘olas’ o quizá de más pandemias”.

Y aunque la COVID-19 se viene controlando con vacunas y los debidos cuidados en el Perú, en países como Brasil ya se confirmó el primer caso de la subvariante ómicron XE, una mezcla del ómicron original y la subvariante BA2.

Este reciente caso ha vuelto a poner en alerta a todos; sin embargo, las intensas campañas de vacunación en Brasil han permitido que más del 70 % de sus habitantes completen el ciclo de vacunación.

Hide picture